Investigadores de diversas partes del mundo se han unido para estudiar la capacidad de los animales de planificar o pensar en su futuro y recordar acciones del pasado, incluyendo el zoológico español Loro Parque, el Instituto Max Planck de Ornitología de Alemania y la Universidad de Amberes. El proyecto, que durará cuatro años, pretende analizar la capacidad de percepción del tiempo, memoria y previsión episódica, recuerdo de cuándo-qué-dónde y anticipación de eventos futuros en diversas especies, como murciélagos, loros y delfines.
El equipo que lidera el estudio, compuesto por Sara Torres, Magnus Wahlberg, Cinthia Moss, Herbert Peremans y Auguste von Bayern, se reunió para buscar posibles ideas que pudieran ser interesantes dentro del campo de la cognición en animales y así conseguir financiación a través del programa Human Frontier Science. Tras discutir varias posibilidades, se les ocurrió investigar la capacidad de los animales para viajar mentalmente. Esta idea les permitiría combinar diferentes experimentos en ecolocalización, resolución de problemas y memoria, y no solo tendría aplicaciones directas con los animales, sino que también podría ser útil para crear algoritmos en robots y tecnología. “Es una habilidad que todavía no ha sido claramente demostrada, y muy interesante”, apunta una de las investigadoras del estudio, Sara Torres.
Sara Torres Ortiz es experta en comportamiento y cognición animal en la Universidad de Dinamarca del Sur y tal como nos ha explicado en una entrevista, las especies elegidas para el estudio, murciélagos, loros y delfines, comparten ciertas características que las hacen muy interesantes a nivel comparativo: "Las tres especies tienen una gran habilidad para orientarse y moverse en un entorno tridimensional donde no solo tienen que tener en cuenta el entorno a su alrededor sino, también, la altura y la profundidad", comenta. Dichas especies tienen lo que se llama un grupo social de fisión-fusión en el que los grupos no tienen un número de individuos fijos o una estructura familiar, lo que requiere que tengan que recordar a un gran número de individuos y el tipo de interacciones que han tenido entre ellos.
Además, tanto delfines como loros son capaces de usar herramientas, una habilidad muy especial que se manifiesta principalmente en animales con capacidades cognitivas avanzadas. Por último, nos menciona que delfines y murciélagos utilizan la ecolocalización, lo que hace especialmente interesante estudiar la percepción del tiempo en animales que tienen que percibir e interpretar señales de duración muy corta, apenas unos microsegundos.
Uno de los objetivos de este estudio es encontrar la memoria episódica, que es la memoria para experiencias personales, así como habilidades para adaptar el comportamiento a nuevas situaciones. También se espera encontrar respuesta a cómo los animales conscientemente recuperan sus recuerdos para utilizarlos en el futuro.
En cuanto a la percepción del tiempo y si los animales se adaptan a él para planificar acciones futuras o comunicarse entre ejemplares, se prevé que el estudio “desentrañe algunos de los misterios del mundo animal”, recogen en la nota de prensa. “Hasta el momento, la concepción del espacio-tiempo nos diferenciaba de animales como los delfines o los loros; sin embargo, vemos que compartimos habilidades cognitivas avanzadas que no son exclusivas de los seres humanos”, agrega Sara Torres.
Es muy probable que sean capaces de percibir unidades de tiempo mucho más pequeñas que nosotros
Los investigadores esperan que los loros tengan una percepción del tiempo similar a la nuestra, mientras que de los murciélagos y los delfines se baraja que son capaces de percibir unidades de tiempo mucho más pequeñas que los humanos debido a su habilidad para interpretar señales con duraciones muy cortas. Como explica Torres, "si estos animales son capaces de percibir diferencias en ecos de milisegundos, e interpretarlas a distancias, formas, texturas y densidades, es muy probable que sean capaces de percibir unidades de tiempo mucho más pequeñas que nosotros".
Sara Torres nos ha aclarado que para medir la percepción del tiempo y la memoria episódica de los animales en el estudio, se han diseñado diferentes experimentos que permiten comparar todas las especies directamente. Para la percepción del tiempo, los animales serán entrenados en tareas de discriminación en las que deberán moverse hacia un estímulo sonoro con una duración específica. “Poco a poco, las diferencias cada vez serán más pequeñas y así llegará un momento en el que los animales no podrán percibirlas y nosotros podremos determinar su umbral de detección", aclara la científica investigadora.
En cuanto a la memoria episódica, se utilizará un método que consiste en presentar a los animales dos símbolos diferentes con un tipo de comida preferido y otro menos preferido. "Para obtener el tipo de comida preferido, los animales tienen que recordar en qué símbolo se encontraba y cuánto tiempo ha transcurrido desde la primera presentación de los símbolos y la segunda", detalla Torres.
Loro Parque, junto con la Universidad de Dinamarca del Sur, se centrará en estudiar la capacidad de los delfines para pensar sobre su futuro y pasado. “Contamos con que las especies analizadas compartan una percepción del tiempo, pero con niveles de complejidad distintos. Este es un momento emocionante para la comunidad científica y estamos ansiosos por compartir nuestros descubrimientos con el mundo”, sostiene Torres.
La investigadora postdoctoral espera que este estudio permita avanzar en la comprensión de la cognición temporal en sistemas biológicos, lo que también podría tener aplicaciones en robótica social inteligente. “Entendiendo el comportamiento en animales, es posible desarrollar algoritmos que expliquen los resultados obtenidos y aplicarlos en biorobots sociales para que tomen decisiones teniendo en cuenta las consecuencias en el futuro", amplía.
Es posible que tengamos que repensar la forma en que mantenemos, tratamos y transportamos a los animales
Además, este estudio podría ayudar a descubrir los principios generales de la capacidad de viajar mentalmente en el tiempo y cómo la complejidad social y las habilidades comunicativas pueden haber influido en la selección de esta capacidad cognitiva a lo largo de la evolución. Torres enfatiza que uno de los aspectos más emocionantes del proyecto es que nunca se sabe lo que se va a descubrir o qué conexiones se pueden establecer entre las disciplinas, lo que podría conducir a grandes avances.
También cree que es posible que los resultados del estudio cambien la forma en que los animales son percibidos y tratados en nuestra sociedad. Para Sara Torres, si los animales entienden el tiempo y son conscientes de su pasado, la forma en que los tratamos en ciertas circunstancias puede causarles un sufrimiento innecesario. "Es posible que tengamos que repensar la forma en que mantenemos, tratamos y transportamos a los animales en el futuro. Por ejemplo, mantenerlos inmovilizados incluso durante un período breve puede provocar estrés también después de la liberación", finaliza.
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